jueves, 2 de diciembre de 2010

El ascenso superior

Existe un proceso de ascenso superior. En este proceso solo hay ascenso y no caemos en nuestras viejas tentaciones y problemas. En este proceso superior nuestra atención permanece constantemente en un estado de alerta. En el preciso instante que surge el menor desequilibrio somos plenamente conscientes de ello y actuamos en consecuencia para eliminar toda negatividad o perturbación.

Este estado se consigue cuando alcanzamos profundidad en nuestra meditación. Una vez que alcanzamos el estado de perfecto equilibrio energético y mantenemos nuestra atención durante la meditación surge el estado de samadhi, mediante el cual nos establecemos en el estado de ascenso superior.

Aquí tenéis un extracto del guru purnima del 83 donde Madre explica como alcanzar este estado.



1 El primer punto a tener en cuenta es que existe un ascenso superior.

2 El segundo punto es que este ascenso surge de la meditacion, sutentando la meditación. Esta sustentación de la meditación es muy importante, ya que no basta con alcanzar el estado de equilibrio y gozo sino que debemos permanecer en este estado durante algún tiempo para establecernos en el.

3 El tercer punto es que para lograr esta sustentación de la meditación es necesaria una atención despierta y pura. Si nuestra atención está habituada a deambular de un lado a otro nos resultará imposible sustentar la meditación de un modo adecuado.

4 El cuarto punto es que para alcanzar una atención despierta y pura debemos practicar la observación de la misma atención. Debemos vigilar continuamente la atención y llevarla voluntariamente al interior con concentración. Debemos practicar la concentración y de este modo desarrollar gradualmente la atención despierta y pura.

5 Segun nuestra experiencia otro punto importante a la hora de despertar nuestra atención y alcanzar la sustentación de la meditación es nuestro deseo puro de alcanzar este estado sublime. Si practicamos la meditación con la reverencia debida, conscientes de que esta es la meta de nuestra vida, nuestro único propósito, entonces favorecemos la manifestación de la experiencia espiritual.

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